Reconozco que en este post no puedo ser muy objetiva porque, además de ser diseñadora, soy una persona que cuida mucho la imagen visual y el diseño, y me gustan las cosas estéticamente agradables. Para mí invertir en diseño es indispensable. Para sentirme a gusto con algo necesito que me entre por los ojos y, sobre todo a nivel corporativo, me gusta que la imagen de marca trasmita los valores de la empresa, y de alguna forma, indique al consumidor qué puede esperar de la compañía.
No entiendo empresas tecnológicas con logos viejunos, o restaurantes con logos superminimalistas siguiendo la última moda y que se dediquen a cocina tradicional con un servicio al cliente old school y presenten su oferta con menús en papeles plastificados amarillentos. ¿Me explico verdad?
El diseño gráfico es más que un logo bonito, el diseño sirve para comunicarte con tus clientes de una forma efectiva y es un factor importantísimo en la toma de decisión de compra.
Anuncios en prensa, vallas publicitarias, folletos, publicaciones en redes sociales, sitios web, packaging, señalética… La comunicación visual es un componente importante y vital a la hora de comercializar tu producto o servicio seas un emprendedor, tengas una pyme o una gran empresa. Invertir en diseño hoy por hoy no es opcional.
Así que en el post de hoy te doy 9 razones por las que si eres un emprendedor o tienes una pequeña empresa deberías invertir en diseño.
1. Imagen y reconocimiento de marca
Si tu negocio cuenta con una buena imagen de marca, sólida y consistente, podrás conectar con tus clientes de una forma muy efectiva porque lograrás aumentar el reconocimiento de la marca y el reconocimiento de su nombre.
Marcas como Nespresso, Nike, ING o Red Bull son un claro reflejo del buen hacer en este sentido, pues han logrado posicionar su línea gráfica de tal modo que es muy fácil identificar sus campañas. A menudo, recordamos algún elemento del material utilizado en el packaging o el color del sitio web, algún tipo de señal visual en la que basamos nuestros recuerdos y nuestra experiencia. Yo lo defino como el feeling de la marca.
2. Ahorra tiempo y dinero a largo plazo
Si una cosa aprendí siendo diseñadora gráfica es que no invertir en diseño gráfico al empezar un negocio se traduce en un coste mayor a largo plazo.
Folletos con logos pixelados y con contenidos mal estructurados, una página web que no concuerda con tu imagen de marca o una carta de restaurante que rompe con la estética de local. De verdad, ahorra tiempo y dinero invirtiendo en un diseñador gráfico profesional desde el principio.
Lanzar un proyecto o campaña empleando piezas visuales mal diseñadas no solo alejará a tus clientes, sino que a la larga te costarán dinero cuando tengas que arreglarlas o rehacerlas. Invertir en diseño gráfico atemporal y bien ejecutado es imprescindible el mundo en constante cambio, superficial e hiperconectado (online-offline) en el que vivimos.
3. Invertir en diseño te otorga poder de persuasión
Una ventaja de invertir en diseño gráfico realizado profesionalmente es el poder de la persuasión. Un ejemplo claro de esto, y que nos ha pasado a todos, lo vemos cuando vamos al supermercado a comprar un producto y tenemos que decidirnos entre dos marcas. A la hora de tomar una decisión de compra, en una fracción de segundo, acerca de qué producto comprar, el packaging juega un papel decisivo.
4. Más allá de un logo, construye la identidad visual de tu marca
La identidad visual de una marca no solo es un logo, se compone de colores, fuentes, versiones del logo, elementos gráficos y estilo de fotografía.
Este punto para mí es muy importante y creo que es una de las claves más relevantes a la hora de tener una imagen corporativa consistente en el tiempo. ¿Por qué su marca necesita una identidad visual? Tus clientes necesitan poder identificar su marca y apreciar coherencia. Esto se traduce en una marca memorable y confiable a los ojos de tu audiencia.
Si acudes a un diseñador profesional para que te ayude a desarrollar el branding de tu empresa, no te limites a pedir un logo. Sé que es la guinda del pastel y que psicológicamente parece que cuando nos entregan el logo ya tenemos una marca creada. Pero es importante que te entreguen un manual con todo el desarrollo y uso de la marca. Colores corporativos, tipografías, versiones del logo, diseño de la papelería… básicamente todo lo que necesitas para crear coherencia y que toda comunicación corporativa vaya en la misma línea.
5. Orgullo y motivación de los empleados
Lo creas o no, invertir en diseño puede aumentar el nivel de orgullo de pertenencia de tus trabajadores y, en consecuencia, eso derivará en una mayor motivación y productividad. Si tus trabajadores se identifican con la empresa y se sienten a gusto formando parte de tu equipo, es muy probable que se involucren en mayor medida y que al mismo tiempo esa percepción la transmitan a tu cliente.
6. Desmárcate de la competencia
Las empresas que invierten en diseño y tienen una imagen gráfica memorable y atractiva, cuentan con una ventaja competitiva importante respecto a los competidores que no cuidan ese aspecto visual y comunican utilizando gráficos aburridos o mal ejecutados.
Si decides invertir en diseño y ponerte en manos de un diseñador profesional, verás como se encarga de hacer benchmarking para analizar qué es lo que está haciendo tu competencia (que colores y tipografía utiliza, el estilo de la comunicación, etc.) y, en base a eso, diseñar la imagen corporativa perfecta para tu proyecto.
Sin dejar a un lado la psicología del color y las teorías básicas de diseño corporativo, es muy recomendable destacar y que desarrolles una identidad corporativa original, llamativa y única. No hagas lo que hacen todos, no trates de imitar a tu competencia, porque entonces pasaras a ser uno más.
7. Refuerza la profesionalidad, genera confianza y credibilidad
Invertir en diseño gráfico profesional, de algún modo, indica que es un negocio que debe tomarse en serio. ¿En el siglo XXI, confiarías en una empresa que tuviera publicidad caótica, pixelada o descuidada? Probablemente no.
Además, en el caso de pequeñas empresas de reciente creación, es fundamental generar confianza y credibilidad con su base de clientes. Esto a menudo se traduce en la codiciada y deseada fase de «lealtad a la marca». Un logotipo estratégico, estéticamente agradable y bien hecho; una página web bien estructurada, responsive, con un buen copy y una imagen sólida y redes sociales pueden ayudarte a conseguir la confianza del cliente.
8. Mejora la legibilidad, estructuración y presentación de contenidos
Como te decía, invertir en diseño no es solo invertir en un logo. Recurre al uso de infografías fáciles de entender, para transmitir información de manera rápida y efectiva, pues dado que los periodos de atención son cada vez más cortos, la comunicación visual es una excelente alternativa.
En este sentido, invertir en diseño también puede ser de gran utilidad cuando queremos educar o informar a los clientes y queremos tener la certeza de que la información les va a llegar y van a poder interpretarla fácilmente.
Eso sí, ponte en manos de un profesional que te ayude a traducir el mensaje en una infografía o presentación efectiva y atractiva.
9. El diseño cuenta tu historia
El diseño puede ayudarte a contar la historia de tu marca de manera muy efectiva. La combinación de colores y tipografías, transmiten emociones y sentimientos, preparando el escenario para tu mensaje. Tu historia importa. Los consumidores se preocupan por el «por qué» detrás de los productos y servicios que eligen comprar y, con frecuencia, esas historias son un factor de compra determinante.
Cuando inviertes en diseño profesional te aseguras de que se van a establecer unas pautas de marca sólidas y, si bien el mensaje puede diferir de un diseño a otro, la historia de la marca será coherente a lo largo del tiempo y el medio desde el que se esté comunicando.